En la tradición artesanal, la cerámica y el tejido figuran entre los oficios más antiguos de Cauca. Existen cuatro regiones muy marcadas: en el norte, los resguardos indígenas paéces; en el centro, mestizos e indígenas guambianos; en el sur, las comunidades mestizas del municipio de Bolívar y los indígenas caquionas de Almaguer; en la Costa Pacífica, en Guapi, comunidades con una acentuada tradición indígena, expresada en los tejidos de la población afrocolombiana.
En los municipio de Bolívar y de Silvia predominan los tejidos en telares tradicionales de guanga; en Guapi el tejido es de tetera y se trabaja entrelazando hileras de la planta, para elaborar un entramado que poco a poco va armando el producto.
El artesano indígena sabe su oficio por tradición y procura enseñarlo a los jóvenes, en su mayoría mujeres. Sus diseños son geométricos: figuras lineales, rombos, triángulos y círculos con variaciones de color y tamaño. Línea y color son dos tendencias fuertes y marcadas en todos los diseños del departamento de Cauca.
Los diseños se asocian a los animales, las estrellas, los árboles y el viento. Se establecen similitudes entre el animal y el humano, entre la evolución y la creación, entre el nacimiento y la muerte. Hay otros diseños que se asemejan a un tramado de ajedrez.
Los tejedores de Tierradentro incluyen en sus diseños variedad de elementos conocidos y atrayentes para el turista como iglesias típicas de la región e hipogeos, con la simbología que ya dominan a la perfección.
El artesano tiene capacidad de síntesis. Puede definir y extraer la esencia de aquello que le interesa y lo representa con trazos simples. Es el caso de las tallas en madera y las miniaturas modeladas en cerámica. Hacen también reproducciones fieles de personajes típicos de la región, de balcones y fachadas de casas típicas, molinos, trapiches e instrumentos musicales.
Telares horizontales
Se inicia con el deshilado, que permite reenconar el producto, pasarlo por el urdido y seguir hasta el cilindro donde hay entre 1.200 y 1.400 hilos. Se continúa en el telar para desenhebrar, donde hay generalmente 4 arneses, con agujas para cada hilo y un peine.
Después del deshenebrado continúa el tejido, la costura y el terminado.
Tejidos en hilos de seda
Las artesanas timbianas intervienen este producto desde el procesamiento del capullo, pasando por la elaboración del hilo, hasta la confección de diversas prendas de vestir. Los pasos de este producto son:
1. La cocción del capullo.
2. Devanar en la máquina.
3. Enconar: pasar el hilo a otros carretos.
4. Retorcer el hilo.
5. Enmadejar en forma manual.
6. Desgomar: cocinar las madejas con almidón y soda para que salga la silicina y quede limpia.
7. Lavar con jabón.
8. Secar al sol.
9. Almacenar el tejido.
Antes del teñido se efectúa un prelavado con químicos para eliminar las impurezas, luego se enjuaga, se pone a secar, se desenreda y se pasa al telar. Después viene el diseño y el tejido del producto final.
Se fabrican chales, bufandas, chalecos, blusas, ponchos, tapices y pañoletas entre otros.
Muñequería
Municipio de Silvia
Para elaborar los muñecos o vestir guambianitos, primero se diseñan, se elabora el molde sobre cartulina, se coloca sobre la tela, se corta y se cose a máquina. Después se rellena, y se hacen los detalles: ojos, boca y nariz.
Alfarería
Para los productos elaborados en cerámica decorativa y los de arquitectura artesanal en casas, el barro se consigue de excelente calidad y directamente en las minas de la zona.
Se inicia el proceso echándole agua al barro para ablandarlo y pasarlo por un cedazo para quitarle la arena, la tierra y otros materiales. Se deja con la dureza que exige la elaboración de las materas. Después, se llenan los moldes elaborados en yeso, se tornea y se deja secar al viento entre 8 y 15 días aproximadamente. Una vez seco se mete al horno y se pinta.
Cerámica moldeada a mano
Se recoge el barro en la montaña, de colores café claro, oscuro, negro, blanco, gris y rojo. Se saca con la pala y se selecciona en la tercera extracción, botando la primera y la segunda. Se remoja bien y se pisotea con los pies descalzos, para ablandarlo, se pasa por la zaranda, se separa y se bota la arena. Solamente sirve la parte blanda que se amasa hasta que queda con una textura similar a la plastilina. Conviene señalar que no se adicionan químicos.
Se moldea en infinidad de formas sin utilizar moldes, se deja secar a la intemperie, sin sol primero, y después al sol directo. Con el presecado se evita que el material se cuartee o se dañe. Posteriormente se pule con lija y se mete al horno a medio tapar. Cuando los objetos toman color ladrillo, se retiran del fuego y se dejan reposar por un día.
Cerámica de accesorios y de arquitectura artesanal
Para el procesamiento de este tipo de cerámica, que produce objetos en serie, se necesita horno, torno, óxidos, espátulas y moldes.
Ésta cerámica requiere de 2 ó 3 quemas.
La cerámica de Inzá y San Andrés de Pisimbalá
Para elaborar los hipogeos en arcilla, el artesano elabora unos cilindros de 7 a 8 centímetros de alto por 6 a 10 centímetros de ancho que se trabajan sacando el material de adentro y elaborando nichos que se pulen bien con el dedo. Luego se ponen las columnas frontales, las graditas en forma de caracol hasta el piso y la puerta del hipogeo. Se deja reposar el barro por 6 horas, se pule nuevamente con una esponja y se deja secar a la sombra durante 6 días.
Finalmente se cocina en el horno por 4 horas a una temperatura de 700 grados centígrados y quedan listos para pintar
Madera
Son comunes las tallas en madera de personas realizando actividades cotidianas. Se usan maderas como chilco (Rojizo), quina (amarilla), guásimo, palo santo y raíz de yarumo. Se dejan al color natural y se protegen con laca. Para elaborar trapiches se utiliza como materia prima canelo, cedro negro y pino. En algunos municipios como Bolívar se hacen tallas pequeñas de 10 centímetros de alto pintadas en diferentes colores y envejecidas posteriormente.
Los diseños de los artesanos de la zona oriental se inspiran en los hipogeos del Parque Arqueológico de San Andrés de Pisimbalá.
Joyería
El oro es la materia prima principal y el cobre y la plata se utilizan para las aleaciones. En Guapi, la especialidad de la técnica es la filigrana: hilos de metal precioso tejidos para formar bellas figuras.
Se funde el oro para obtener un material de 18 quilates. Se sacan barras o lingotes pequeños de donde se obtienen hilos o láminas que se trabajan para formar joyas. Todas estas joyas van soldadas con un oro más rebajado, luego se pulen con lijas y se brillan.
Cestería
La paja tetera y el chocolatillo se utilizan en la elaboración de la trenza para confeccionar sombreros y bolsos. Estos materiales se consiguen en las riveras del río Guapi, pero fundamentalmente los venden los indígenas del Saija por bultos y por ruedas. Para este proceso, se corta el palo, se raspa y se seca al sol durante 2 días hasta que madura. Después se abre, se saca la “tripa”, se envuelve y se pone en agua durante 3 días. Después sale la paja para tejer la trenza. Se fabrica principalmente en municipios de la Baja Bota Caucana y el Macizo.
Artesanía textil
En su mayoría, la lana virgen utilizada para los diferentes tejidos se encuentra en los municipios caucanos que corresponden a la Zona Andina: el resguardo indígena Yanacona Río Blanco (Sotará), Caquiona (Almaguer), resguardo de Guambia (Silvia), resguardo indígena de Jambaló (Macizo Colombiano). En Timbío y el Tambo se encuentra seda y fique.
Se elaboran productos como mochilas, gorros, guantes, ruanas, bufandas, chumbes, kuetanderas, kapisayos, bolsos, anacos, muñecos, sombreros de palma, jigras, tejidos. alpargatas y esteras, entre otros.
En Patía se hacen artesanías con puros, como lámparas, móviles, títeres, alcancías, objetos decorativos para la cocina y la casa, instrumentos musicales como purófonos, requintos y maracas.